Historia: Un día como hoy pero en 1940. Inician los bombardeos masivos sobre Londres
Un dia como hoy, pero en 1940: en la Batalla de Inglaterra, los Alemanes inician el bombardeo masivo de Londres, el cual será conocido como el Blitz.
El 7 de septiembre se convertiría en una fecha imposible de olvidar para los londinenses: 300 bombarderos de la Luftwaffe, escoltados por 648 cazas, irrumpieron a pleno sol sobre la ciudad y bombardearon de manera indiscriminada los muelles, el East End y algunos barrios comerciales, residenciales y administrativos del centro.
Las bombas incendiarias convirtieron algunos sectores en grandes hogueras que destruyeron edificios históricos y barriadas enteras de viviendas. Los aviones de la RAF salieron al encuentro del enemigo y derribaron 41 aparatos alemanes, pero a costa de perder 28 propios.
Las cifras de aquella primera batalla aérea reflejan su encarnizamiento. A los 69 aviones destruidos en el aire se sumó en tierra el trágico balance de 3.000 muertos y alrededor de mil trescientos heridos. Los ataques alemanes se prolongaron hasta bien entrada la noche. Hitler no solo pretendía un escarmiento por la osadía de bombardear Berlín; por encima de todo pretendía atemorizar a la población para eliminar su resistencia.
El segundo ataque se produjo en la tarde del día 9. Las escuadrillas alemanas volvieron a atacar en cuanto el tiempo lo permitió y alcanzaron algunos objetivos, no todos. Los aviones de la RAF, alertados de su proximidad, salieron a su encuentro, derribaron un buen número y obligaron a otros a dar la vuelta. Las incursiones se convertirían en habituales. Solo las inclemencias meteorológicas parecían proteger a los londinenses del peligro.
Hitler, aunque furioso por los retrasos, estaba convencido de que con las defensas inutilizadas y la población atemorizada, Churchill acabaría por aceptar un armisticio.
La nueva fase de bombardeos ordenada por el Führer se bautizó con el nombre de «Operación León Marino». Comenzó aquel 7 de septiembre y se prolongaría, con diferentes grados de intensidad, hasta el 10 de mayo del año siguiente.
Entre septiembre y noviembre, los bombardeos sobre Londres fueron casi diarios. Después adquirieron un carácter esporádico, lo que permitió a la RAF incrementar el ritmo de fabricación de nuevos aparatos, entrenar mejor a los tripulantes e incorporar a decenas de pilotos procedentes de antiguas colonias (Australia, Canadá y Nueva Zelanda) y de las organizaciones de resistencia de los países ocupados, franceses en su mayor parte. También fue posible mejorar las prestaciones de los sistemas de radar.
Mussolini, siempre servicial con Hitler, quiso sumarse a la operación contra Gran Bretaña con una fuerza más bien simbólica de 40 aviones. Entraron en combate en contadas ocasiones, y las dificultades que tenían para coordinar sus movimientos con las escuadrillas de la Luftwaffe acabaron por convertirse en un problema. Al cabo de cuatro meses regresaron a Italia.
Mientras, Göring estaba convencido de una victoria rápida sobre la RAF, y así se lo había prometido a Hitler, quien mantenía vigentes las órdenes dadas a la Wehrmacht para aguardar preparada el momento de la invasión.
Fuente: lavaanguardia.com
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