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En aviones también existen supersticiones.

Desde la costumbre de aplaudir hasta los problemas por arrojar monedas en las turbinas, repasamos los vínculos entre supersticiones y la aviación.

Las supersticiones podemos definirlas como un conjunto de creencias sin ningún tipo de prueba científica, normalmente se utilizan de manera equivalente a los conceptos de irracional o no científico. A lo largo de la historia de la humanidad hasta el día de hoy, estas acciones (que podrían ser o no voluntarias) están relacionadas a la fe religiosa, la vida cotidiana, las costumbres y tradiciones. En aviación también se pueden observar estos tipos de acciones,  a continuación te comentamos algunos de ellos.

  1. Arrojar Monedas dentro de los motores de las aeronaves. 

Los operarios y tripulantes de las aerolíneas chinas no saben cómo frenar la ancestral costumbre de arrojar monedas para tener buena suerte. Un caso a mencionar fue una mujer que lanzó seis monedas a la

turbina de un avión de China Southern Airlines, que tuvo que demorar su salida 78 minutos. Otra persona de 66 años que hizo lo mismo en un avión de Tianjin Airlines fue arrestada por 10 días.

Una de las causas de esta sucesión de incidentes es el crecimiento acelerado de pasajeros chinos. Sólo en los vuelos internacionales se pasó de 10,5 millones de viajeros en el 2000 a 145 millones en el 2017, informa The Telegraph; y muchos de ellos mantienen sus costumbres ancestrales sin saber cómo perjudican la seguridad.

2. Números de la buena (y mala) suerte

La superstición es muy fuerte en la aviación cuando se relaciona con algunos números. El 13, una de las cifras malditas en Occidente, es evitado por muchas aerolíneas que pasan de la fila 12 a la 14.

Muchas aerolíneas de Occidente no tienen a la fila 13 en los aviones de su flota

No es que los gerentes teman algún incidente, sino que muy probablemente choquen con un elevado número de pasajeros que pedirán cambiar de asiento.

Air France, Iberia, United, Aeroméxico, Avianca, Ryanair, Alitalia y Lufthansa no tienen una fila 13, e incluso estas dos últimas tampoco cuentan con la 17, considerado de mala suerte en Italia.

El 666 no se verá en casi ningún vuelo, excepto en el FR666 de Ryanair, que conecta a Dublín con Birmingham. Por otra parte, el UA888 de UnitedAirlines, que vuela entre San Francisco y Pekín, tiene una alta demanda en Asia. ¿La razón? El 8 es un número de buena suerte.

3. Eliminen ese número de vuelo.

Si un avión protagoniza una tragedia, lo más probable es que la aerolínea retire el número de vuelo de sus operaciones. Nadie quiere viajar con ese funesto recuerdo dando vueltas.

Por ejemplo el vuelo de Malaysia Airlines entre Kuala Lumpur y Pekín siempre fue el MH370, hasta que en marzo de 2014 un Boeing 777 desapareció y se llevó las vidas de 239 pasajeros. Entonces pasó a ser el MH360. Y la vuelta, por lógica, dejó de ser conocida como MH371 para cambiar al MH361.

 

 

4. Bautismos de agua.

Cada vez que una aerolínea debuta en un aeropuerto sus autoridades se encargan de darle un merecido recibimiento con un puente de agua, que es generado por dos potentes camiones extintores de los bomberos que se ubican a los lados de la pista.

Es el momento más esperado de una ceremonia que suele ser algo aburrida, con discursos de directivos, algún embajador o representante político que anteceden al brindis.

 

 

5. Aplausos por favor

En los años ’70 y ’80 era muy común que el pasajero aplaudiese cuando el avión aterrizaba, pero la costumbre se fue perdiendo. Al menos en Europa, porque en Latinoamérica todavía es muy frecuente, sobre todo en los vuelos internacionales. También se suele ver con más frecuencia en los de bajo coste.

No hay una explicación precisa de su origen, pero se toma como una muestra de respeto y agradecimiento a los tripulantes, sobre todo a los pilotos. Aunque en la cabina no lo pueden escuchar, ellos se enteran si sucede o no.

Según Patrick Smith, autora del libro Cockpit Confiential, es una costumbre más arraigada en la clase económica. Pero no se debe a que sea propia de un extracto social, sino por la generación de un “espíritu comunal” entre los pasajeros, dice a The Telegraph.

6. Intercambios de maquetas. 

Cada vez que los altos ejecutivos de las aerolíneas se reúnen suelen intercambiar aviones. No se trata de aeronaves reales, sino pequeñas maquetas de aluminio, sostenidas sobre una base de madera, que se entregan como sinónimo de respeto y confianza. 

Es, salvando las distancias, la misma costumbre de los capitanes de equipos deportivos (como el fútbol) que intercambian banderines entre ellos.

 

FOTOS: PressReader.com / LaNacion.com.ar / Internet.

Fuente: https://www.cerodosbe.com/es/

Héctor González

Fanático de la aviación, spotter con base en Paraguay.

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