El 737 MAX tiene un nuevo problema de software detectado
Al Boeing 737 MAX le han detectado un nuevo problema de software, que debe ser reparado antes que inicien las pruebas para su certificación y puesta en marcha.
Tras llevar casi un año en tierra esperando volver a volar, el Boeing 737 MAX ya tenía casi todo listo para comenzar los vuelos de certificación, luego de una profunda investigación y pruebas por parte de los reguladores.
Al respecto el administrador de la FAA, Steve Dickson,dijo: «En la aprobación del diseño, de todo lo que he visto, creo que tendremos una alineación muy sólida».
Mientras la FAA anunciaba que los vuelos de certificación comenzarían en estas semanas y que los organismos reguladores internacionales estaban a punto para acordar las soluciones finales para el regreso del MAX, un nuevo problema se detectaba.
El nuevo problema de software
A través de Bloomberg, se dio a conocer la noticia del nuevo problema de software del 737 MAX, el problema implica una alerta diseñada para advertir a los pilotos cuando el sistema de compensación, que sube y baja la nariz del avión, no funciona como debería.
Según Steve Dickson, luz que indica que el ajuste del estabilizador no funciona correctamente «se mantenía encendida por más tiempo que el período deseado».
A pesar del problema detectado Dickson indicó que «deberíamos ver el avión en los cielos nuevamente a mediados de 2020», lo que está en gran medida en línea con las indicaciones generales de la FAA.
Sobre este error en el indicador el responsable de la FAA ha dicho que no cree que sea «un retraso significativo».
Las fuentes de Bloomberg dijeron que no esperaban que este nuevo problema realmente afectara el cronograma de retorno al servicio. Dijeron que el fabricante de aviones había acolchado lo suficiente sus líneas de tiempo proyectadas para permitir que surjan tales problemas.
Uno de los clientes de Boeing, Ryanair había dicho que no espera recibir la versión modificada del avión, el 737 MAX-200, hasta al menos octubre, pero eso no influyo en la decisión de Michael O’Leary de adquirir el 737 MAX 10, tal como lo había anunciado.